Contraverso. Demiurgo
Tuve
un sueño y... ¿cómo no?
En
el centro estaba yo,
escuché
al demiurgo enloquecido
labrar
el yermo de mi inexistencia,
y
estaba solo, solo yo.
Me
contó historias de la decadencia,
un
río de aliento oscurecido,
un
perder, perderse en su eterno flujo
y
no volver jamás. Porque todo fluye.
Busqué
en el río el sentido de existir,
más
escapaba, al intentarla asir,
el
agua de la vida. ¿Tú de qué huyes?
Huyo,
huyo porque no soy lo que fui.
Tú
no huyes del pasado: huyes de ti.
Conócete,
fue lo último que dijo
al
borde afilado de la cicuta
“por
la comunidad, morir, yo elijo”.
Encontraré
a quien me guíe en la ruta
de
esta oscura y tenebrosa caverna.
Está
oculta, como el Sol, la realidad
¡no!
Solo lo que ves es verdad,
luchan
gigantes, tiemblan las piernas.
¿Corre
Aquiles? Lo puedes comprobar,
lo
más pequeño será indivisible,
será
material, tangible e invisible.
Pero
¿será tangible eso de amar?
¿Y
quién te ama más que el demiurgo creador?
¿Tendrá
“la verdad”? ¿Nos podrá salvar?
Si
hubiera sido una piedra.. ¿podría actuar?
¿Odia
a su creación? ¿No le importa el dolor?
¡Oh,
no! ¿Y no será que está muerto?
Puede
que le cueste la excomunión,
más
pensar es su única salvación.
Pero
¿acaso pensó, y entonces fue?
¿O
solo porque fue lo pudo pensar?
Ha
llovido mucho, se ha formado un mar,
cuando
se vaya el demiurgo, después
de
tanto ¿cuál será nuestro camino?
Haremos
la ley, seremos dioses,
dueños
de la miseria y los goces,
dueños
completos de nuestro destino,
con
la máxima de ser humanos,
¡todos
a trabajar por la humanidad!
¡Si
os aplastan... Si os aplastan, empujad!
Somos
una piña entre tanto grano,
dejamos
de pensar en el Mundo,
para
transformarlo. Tengo un sueño,
no
puedo explicarlo, no soy su dueño,
pero
duerme en mi ser más profundo.
(Ilustración de David ho, extraído de inkultmagazine.com)
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