CONOCIENDO SUBURBALIA: NIRA CABRERA Y ADOLFO IBÁÑEZ-BATISTA.
N.C.- Creo que no podemos ser felices sin pasión y he tenido la suerte de encontrarme con gente que ha sabido transmitirme pasión de sobra. De esas muchas personas hoy me gustaría destacar solo a tres, porque creo que resumen muy bien mi presente.
La primera de ellas es mi padre. Curiosamente a mi padre no le resulta muy llamativo el arte. Me resulta curioso porque en parte él es un artista aunque no es consciente. Es carpintero y ebanista, por lo que desde niña recuerdo estar rodeada de madera y herramientas, y me parecía asombroso ver como de unos trozos de madera terminaban apareciendo unos muebles con decoraciones cuidadas al detalle. Mi padre es una persona que disfruta trabajando porque le encanta lo que hace.
La segunda persona a la que le encantaba su profesión era a mi profesor de Historia del Arte de bachillerato. Me parece muy difícil hacer que un adolescente se interese por algo y él consiguió que la mayoría de la clase mostrara interés por el arte. En mi caso, disfrutaba tanto de sus clases que decidí aprender mucho más y espero seguir haciéndolo.
La persona que cierra la última etapa de mi vida es el culpable de que hoy forme parte de la administración de Suburbalia. Al poco de llegar a Gran Canaria conocí a Adolfo y entablé una buena amistad con él, por lo que hoy nos seguimos "sufriendo" como suele decir él.
A.I-B.- Ha llegado –Suburbalia- a lo mucho o a lo poco, según se mire, gracias
al esfuerzo de todos sus componentes, los que estuvieron y los que están, cada
paso fue parte vital para que este proyecto
al menos su primera fase sea ya una realidad. Tengo una dualidad un poco
complicada, ya que hago secciones y administro, en esto me compagino muy bien
con Nira, que fue un bello descubrimiento, es una persona con la que se trabaja
muy cómodo, con la que siempre se crece y se mejora, ella me pone los pies en la tierra.
Es labor nuestra llevar el correo, la página, maquetar
muchas de las secciones, organizar los eventos, las reuniones…
Pero es un trabajo apasionante, creemos que defendemos un
equipo de un talento increíble, defender sus firmas es también nuestra labor,
pero la verdad que nos lo ponen muy fácil.
N.C.- Como formo parte del equipo la mayoría de la gente cree, que al igual que el resto de mis compañeros, yo soy escritora o artista; y nada más lejos de la realidad. Ojalá, pero para mi desgracia, lo de crear fue un don que no heredé.
Me gusta aprender y compartir la visión del resto del equipo o de las personas vinculadas a él, pero mis tareas son administrativas. Entre otras, las labores que comparto con Adolfo, son la gestión de las redes sociales del grupo, la organización y producción de los pequeños eventos que realizamos, con alguno de ustedes habré mantenido una conversación por email, etc.
Desde el primer momento, mi intención al unirme a Suburbalia fue apoyar un proyecto que me parecía interesante y que comparte algunos valores en los que creo. Pero la verdad es que Suburbalia también me ha ayudado a mi. Siempre nos enfrentamos a algún reto nuevo, iniciamos proyectos. Ver como esos proyectos se van haciendo realidad, eso si, con trabajo diario, en un buen ambiente de trabajo y sobretodo por superarnos, sin competitividad insana, es una gran forma de compartir esa afición o "amor" al arte.
Ver, que al igual que nosotros, los que nos leen o comparten nuestros contenidos disfrutan también es toda una motivación para seguir adelante. De hecho, son la parte más importante de esto, porque compartir y que nadie esté ahí para recibirlo no tendría sentido.
A.I-B.- Ahora estamos inmersos en la producción del Poetry Slam Gran
Canaria, un proyecto apasionante en el que Suburbalia está poniendo muchas ganas,
desde que nos enteramos que se haría el Poetry, no tuvimos más que ponernos en
contacto con Iván e interesarnos por el proyecto, a los pocos días estábamos inmersos de lleno, las nuevas metas son las que
realmente creo que nos motivan, el trabajo diario, y el esfuerzo, son
esenciales, siempre digo que da más pena el artista que se deja morir de
hambre, que el artista que se muere de hambre, sospechó en el segundo al menos
una lucha, y eso lo dignifica, la desidia solo conduce al fracaso.
No tenemos subvenciones ni ayudas de ningún tipo, así que
todo se traduce en horas, menos medios más tiempo que emplear, no hay varita mágica,
existe solo horas, horas y horas de trabajo.
En Suburbalia somos unos locos que pensamos 24 horas en el
arte, no todo el mundo aguanta ese ritmo, nuestra mayor recompensa es que la
gente comparta los contenidos, o nos manden correos o mensajes de apoyo, creo
que eso es lo que merece la pena, nosotros al fin y al cabo damos igual, lo
único importante, o al menos lo más importante es la obra.
Nira Cabrera y Adolfo Ibáñez-Batista.
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