CONOCIENDO SUBURBALIA: NIRA CABRERA Y ADOLFO IBÁÑEZ-BATISTA.

Nira Cabrera y Adolfo Ibáñez-Batista, administradores de Suburbalia.

Nira Cabrera Martín nace en noviembre de 1991, en la isla de Lanzarote. Dónde crecerá y vivirá hasta sus 19 años de edad. Su vinculación con el arte no llegaría hasta poco antes de la partida de su isla natal hacia la isla de Tenerife. Sería ese interés por el arte lo que la llevaría a viajar. Mientras cursaba bachillerato descubre la Historia del Arte, asignatura que la fascina y por la que decide iniciar el grado del mismo nombre. En 2016 se traslada a Gran Canaria, isla en la que reside actualmente. Viaja sin finalizar sus estudios, pero sin desvincularse de esa pasión en la que se convertiría el mundo del arte para ella, pues apenas pasados un par de meses en Gran Canaria,  comienza a formar parte de Suburbalia.

Adolfo Ibáñez-Batista nace un 24 de Agosto de 1982 -15 días más tarde de lo previsto- en Las Palmas de Gran Canaria, vivirá en la isla hasta el año 2000, a la edad de 18 años vive a caballo entre Jaca-Madrid y Gran Canaria, antes de haber formado parte de un taller de literatura, y haber publicado a la edad de 16 años relatos para la Tribuna de Canarias y para Savanah, también ejerce como productor en varios cortometrajes canarios, así como guionista.
Siempre compaginando los recitales, con otros escritores o con cantautores, como con Cadencia Rota que forma con Demian Viña Oro donde ambos fusionan Jazz y Poesía. Es en el año 2015 cuando funda Suburbalia con Elizabeth Guerra.
Actualmente sigue participando en varias publicaciones, desde prensa deportiva, hasta prosa o verso, y aparte de ser administrador de Suburbalia se encarga de dos secciones;  los “Relatos Crudos”, y “la servilleta”.




 A.I-B.- Funde Suburbalia por una necesidad, en mis comienzos tuve que ir abriéndome  paso poco a poco, y no siempre los comienzos son buenos, no sabía a quién recurrir ni que puertas tocar, no me parecía justo que el autor canario no tuviera referencias a la hora de enfrentarse a este mundo, y en resumidas cuentas  lo cree para que los demás no pasarán por esa incertidumbre. Al menos que todos tuvieran un lugar donde hacer visible su obra, sin necesidad de mecenas o subvenciones. Definitivamente Suburbalia nace de una necesidad.













N.C.- Creo que no podemos ser felices sin pasión y he tenido la suerte de encontrarme con gente que ha sabido transmitirme pasión de sobra. De esas muchas personas hoy me gustaría destacar solo a tres, porque creo que resumen muy bien mi presente.
La primera de ellas es mi padre. Curiosamente a mi padre no le resulta muy llamativo el  arte. Me resulta curioso porque en parte él es un artista aunque no es consciente. Es carpintero y ebanista, por lo que desde niña recuerdo estar rodeada de madera y herramientas, y me parecía asombroso ver como de unos trozos de madera terminaban apareciendo unos muebles con decoraciones cuidadas al detalle. Mi padre es una persona que disfruta trabajando porque le encanta lo que hace.
La segunda persona a la que le encantaba su profesión era a mi profesor de Historia del Arte de bachillerato. Me parece muy difícil hacer que un adolescente se interese por algo y él consiguió que la mayoría de la clase mostrara interés por el arte. En mi caso, disfrutaba tanto de sus clases que decidí aprender mucho más y espero seguir haciéndolo. 
La persona que cierra la última etapa de mi vida es el culpable de que hoy forme parte de la administración  de Suburbalia. Al poco  de llegar a Gran Canaria conocí a Adolfo y entablé una buena amistad con él, por lo que hoy nos seguimos "sufriendo" como suele decir él.


A.I-B.- Ha llegado –Suburbalia-  a lo mucho o a lo poco, según se mire, gracias al esfuerzo de todos sus componentes, los que estuvieron y los que están, cada paso fue parte vital  para que este proyecto al menos su primera fase sea ya una realidad. Tengo una dualidad un poco complicada, ya que hago secciones y administro, en esto me compagino muy bien con Nira, que fue un bello descubrimiento, es una persona con la que se trabaja muy cómodo, con la que siempre se crece y se mejora,  ella me pone los pies en la tierra.
Es labor nuestra llevar el correo, la página, maquetar muchas de las secciones, organizar los eventos, las reuniones…
Pero es un trabajo apasionante, creemos que defendemos un equipo de un talento increíble, defender sus firmas es también nuestra labor, pero la verdad que nos lo ponen muy fácil.




N.C.- Como formo parte del equipo la mayoría de la gente cree, que al igual que el resto de mis compañeros, yo soy escritora o artista; y nada más lejos de la realidad. Ojalá, pero para mi desgracia, lo de crear fue un don que no heredé.
Me gusta aprender y compartir la visión del resto del equipo o de las personas vinculadas a él, pero mis tareas son administrativas. Entre otras, las labores que comparto con Adolfo,  son la gestión de las redes sociales del grupo, la organización y producción de los pequeños eventos que realizamos, con alguno de ustedes habré mantenido una conversación por email, etc.
Desde el primer momento, mi intención al unirme a Suburbalia fue apoyar un proyecto que me parecía interesante y que comparte algunos valores en los que creo. Pero la verdad es que Suburbalia  también me ha ayudado a mi. Siempre nos enfrentamos a algún reto nuevo, iniciamos proyectos. Ver como esos proyectos se van haciendo realidad, eso si, con trabajo diario, en un buen ambiente de trabajo y sobretodo por superarnos, sin competitividad insana, es una gran forma de compartir esa afición o "amor" al arte. 
Ver, que al igual que nosotros, los que nos leen o comparten nuestros contenidos disfrutan también es toda una motivación para seguir adelante. De hecho, son la parte más importante de esto, porque compartir y que nadie esté ahí para recibirlo no tendría sentido. 



 A.I-B.- Ahora estamos inmersos en la producción del Poetry Slam Gran Canaria, un proyecto apasionante en el que Suburbalia está poniendo muchas ganas, desde que nos enteramos que se haría el Poetry, no tuvimos más que ponernos en contacto con Iván e interesarnos por el proyecto, a los pocos días estábamos inmersos  de lleno, las nuevas metas son las que realmente creo que nos motivan, el trabajo diario, y el esfuerzo, son esenciales, siempre digo que da más pena el artista que se deja morir de hambre, que el artista que se muere de hambre, sospechó en el segundo al menos una lucha, y eso lo dignifica, la desidia solo conduce al fracaso.
No tenemos subvenciones ni ayudas de ningún tipo, así que todo se traduce en horas, menos medios más tiempo que emplear, no hay varita mágica, existe solo horas, horas y horas de trabajo.
En Suburbalia somos unos locos que pensamos 24 horas en el arte, no todo el mundo aguanta ese ritmo, nuestra mayor recompensa es que la gente comparta los contenidos, o nos manden correos o mensajes de apoyo, creo que eso es lo que merece la pena, nosotros al fin y al cabo damos igual, lo único importante, o al menos lo más importante es la obra.


Nira Cabrera y Adolfo Ibáñez-Batista.



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