El suelo contamina - Contraverso


Decía cierto pueblo que el suelo contamina,
que es principio negativo de todas las cosas,
como el agua embarrada que brota de las minas
y que desde antiguo se llama “agua venenosa”.
El otro día oí a unos jóvenes asombrados:
hablaban de cómo los filósofos pudieron
pensar “esas cosas” sin precedentes pasados,
comentaban el cómo los sabios griegos vieron
el mundo en forma de repúblicas y cavernas,
de flechas inmóviles, de elementos primeros,
como si los griegos no tuvieran sus dos piernas,
como si fuesen puros y eternos herederos
del presente; de ese punto donde todo empieza.
Pero se movieron a donde habitan cabreros
de ideas mágicas y trajes de lana gruesa,
con deidades que hacen parecer la vida humana
vacua y secundaria, donde el tiempo es como un cristal
cenagoso que no pasa y el Universo es vano.
Con esos contactos ¿quién no filosofaría?
¿Por qué existe esa manía de querer separar
filosofía, religión, ciencia, y poesía?
Al final es distinguir el desarrollo “normal”
de nuestras propias particularidades. Tu dios
no existe en todos los continentes aunque creas
en él estés donde estés, en ocasiones son dos,
tres, mil, tres mil; también existen otras maneras
de intentar comprender la enajenación del poder
de la colectividad humana socialmente
organizada, para comer, vivir, morir, saber
que no sabes nada... Hay mil formas diferentes.
En distintos sitios se dan los mismos problemas,
puede que no todos gritemos de igual manera
pero, cuando lo tocamos, a todos nos quema
el fuego incandescente. En esta lodosa esfera
surgieron múltiples puntos de vista, y es normal
que la normalidad sea más un término que una
realidad, por eso pregunto: ¿por qué no pensar
que la tierra contamina y hacer una cuna
en las estrellas? Dirán que es mera superstición,
que es mythos, y no lógos, pero ¿cuál es el mito
agresivo que occidente lleva en su corazón?
Que somos la luz de la razón. Tenemos ritos
de imposición, de quema de libros y de brujas;
la civilización necesaria e ineludible,
la barbarie del explotador y las burbujas
inmobiliarias, el torpedo del sumergible,
el norte, el sur, el centro y la periferia,
las chispas de Ulises, el fuego y las centellas,
un mundo de dolor mezclado con falsas medias...
¡No! Mejor cae hacia arriba: Duerme en las estrellas.


(fuente: http://gdlahora.com/2017/02/27/la-nina-las-estrellas/)

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