El mapa de los sueños - Contraverso
Y
que arda el mundo, si es necesario,
porque
en las nubes no queda cielo;
y
que arda la pena y el mal fario;
que
los versos emprendan el vuelo
al
país de las liras: calor
de
verano, de sueños por cumplir.
Si
la Luna respira,
hoy
lo hace solo por ti,
y
nos quedan diez, quedan cien, quedan mil
horas
en esta carrera lenta,
tortuosa...
¿tortuosa? A lo mejor,
a
pisadas, la senda revienta
y
vuelve a surgir tras las nubes el sol.
¿Quién
sabe? Por aquí sobra
el
calor del invicto horario,
sus
venenos de fiel cobra
amante
de los calendarios.
Los
días me matan de tu ausencia,
copio
poemas para poder decir
que
te extraño; es supervivencia
ante
el reloj, fuego, razón de existir
en
los arpegios de tu voz,
di,
después de tal visión
y
alterado el corazón
¿quién
necesitaría un dios?
Así
se desplomaron las horas.
El
mar que parecía vacío
tenía
sonidos en cada ola,
así
es imposible tener frío
(te
ruego, jamás te sientas sola)
A
Giuseppe Tartini el Rey de las artes
le
abrió un mundo de sonido en sus sueños,
por
eso descubres al despertarte
que
tus delirios ya tienen un dueño
¡demonios!
Cuando la estrofa se parte
lo
que refleja se queda pequeño.
Una
poesía puede quitar penas,
pero
más las quita la Luna llena.
Los
versos que siguen sin escribir
son
de la infinitud que, sin forma,
¿cómo
intentar poderlos definir?
Olvidar
misterios, ir por normas,
es
lo que nos exigen casi a diario,
pero
qué útil es esta imprecisión
que
llena de música el corazón
y
destierra la pena y el mal fario
¿mal
fario? ¡Vaya limitación!
Veo
pasar el tiempo y derruye
las
paredes de mi habitación.
Padre
tiempo, que todo lo imbuyes
con
tu paz interior, falsa
promesa,
dulce promesa,
piedra
con la que tropiezan
esos
paseantes que pasan
por
la vida, llenos de vacío.
Y
que arda el mundo, que ardan las horas,
difieres
de este mundo sombrío:
te
ruego, jamás te sientas sola.
(fuente: http://www.cccb.org/es/actividades/ficha/el-romanticismo-ingles/221031)
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