Involución (Sección "Lluvia de piedras")
Tres
científicos destacados experimentaban con dos chimpancés. No les hacían daño
físico ni les inducían enfermedades, solo eran pruebas de inteligencia.
En
este ejercicio, decidieron que participarían juntos los dos simios y
estimularían la competitividad entre ellos. Les ofrecían un gran plátano cada
vez, pero no se lo daban. El resultado de los test de tres partes fue que uno
de ellos los falló todos originalmente, mientras que el otro los resolvió a la
primera. Así, con los dos animales juntos y enfrentados a los juegos que habían
realizado, le dieron el plátano al mejor y éste lo cogió sin dudarlo.
Mientras
lo pelaba, miraba de soslayo al otro que mostraba pena y resignación. Cuando lo
tuvo en sus manos, tras dudar apenas un instante, lo partió por la mitad y
entregó una parte al otro mono ante el asombro general. Los tres ilustrados celebraron
y mostraron extrema alegría por la acción de la que acababan de ser testigos.
Uno
pensaba que los plátanos eran demasiado grandes y tenían que buscar alguna
golosina que no se pudiese dividir; otro, que los monos no debían ser
alimentados anteriormente si la prueba tenía una recompensa comestible; y, el
tercero, que los monos no habían entendido el valor de la fruta como el justo
premio a un trabajo bien hecho.
Cada
uno de los estudiosos siguió observando las grabaciones en secreto y sin ánimo
de compartir resultados con sus colegas, hasta que no desarrollara una teoría
firme. Es difícil destacar entre los mejores del mundo y estaba en el ambiente
la sensación de encontrarse ante un gran descubrimiento.
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