Contraverso. Patética biografía

Se ama a los amigos,
acariciando la raíz suave y mullida
de la palabra. También se lucha,
se defiende el nido,
aunque en defenderlo se invierta la vida.
Dos opciones, suerte: poca o mucha,
sin término medio.
Desesperado y ofendido, Garcilaso,
me entendiste antes de haber nacido,
hoy me mata el tedio
pero, ya sabes, ese no es ahora el caso.
Lleno de estrellas el recorrido
-de estrellas y charcos-
soy más de lombrices que de golondrinas
y más de cantar al claroscuro
bajo pétreos arcos.
Tiránicos, a dormirme me conminan
los fantasmas de un muerto futuro,
pero... ¡Compañía!
Antes de irme he de explicar ese concepto,
que viene siendo compartir el pan.
En bosques, sin guías,
con suertes que doblan el camino recto,
es bueno tener olfato de can:
un viejo me dijo
no maltrates a tu sombra, va contigo
incluso hasta a los sitios que no quiere”
ahora el sino es mi hijo,
como el claroscuro de mi humano ombligo,
y como humano, también me hiere.
Tengo más consejos:
besa, pero revolucionariamente,
que ya nada vuelva a ser lo mismo.
Ahora queda lejos,
como el azul de mi amor adolescente
colgando del riesgo, vanguardismo
de palabras muertas
en combate, cartas destruidas con fuego,
más ni rastro de mi cobardía,
si acaso hojas sueltas.
Escribirlas a escondidas era el juego,
faltaba noche, sobraba día,
esa fue mi escuela
de literatura, y no hay nada mejor
¿lo dije en presente? Qué vergüenza.
Quemé mucha suela,
creo que más por idiota que por soñador.
Teniendo mucha poca paciencia,
¡Mi resolución!:
¡Qué no tengo! Eterno aprendiz sonriente
de la revuelta de tus caricias,
no hay ya corazón,
perdona, vida, si te enseño los dientes,
pero cuando me abrazas me asfixias.
Salí del tablero
por salvar a mis peones, mi compañía,
por negarle a la vida su juego;
siendo más sinceros
creo que tan solo yo no me atrevería,
es amor -o igual falta de riego-
por la vida misma.
Reunido conmigo mismo y mis recuerdos
juro que releeré el Lazarillo,
que venceré el cisma
que me han impuesto. Cuidado porque muerdo.
Nada, paso de sacarme brillo,
el negro mate me queda cojonudo;
he hecho pasar mi vida por un embudo
y... ¡He aquí, un resumen lamentable
de como intento descruzar cables!
Espero que lo hayan disfrutado,
son pequeñas cosas que me salvan del abismo:
cuando están en el aire los dados

no existe nada mejor que ser fan de uno mismo.

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