FIRMA INVITADA. VICTOR YANES

Nuestra firma invitada de hoy el escritor Victor Yanes.


Víctor Yanes nace en Tenerife en mayo 1974.Comienza a escribir en 1992, a la edad de 18 años. Impulsado, en un primer momento, por cierto apetito de amor romántico, consolida pronto su inquietud por la poesía, la lectura y la creación de sus propios versos, que avanzan dentro de un apetito por comunicar una intensa sensación emocional, algo que dentro empuja y empuja, golpea casi.

Su poesía ha sido escuchada en programas radiofónicos como el ya inexistente Entre dos luces, de Radio Nacional de España, y ha colaborado en revistas como la extinta Liberación, Togas y Letras o El Brinco. Además se ha embarcado en proyectos culturales: el festival de literatura Las Tres Orillas y el programa de radio La hora de los invisibles.Formó parte del equipo coordinador del encuentro de escritores Félix Francisco Casanova que se celebra, con carácter anual, en la isla de La Palma y en la actualidad colabora en la organización de Los Jueves Literarios en la Biblioteca Municipal de Candelaria.

Escribe en revistas digitales como El Diario de El Valle y Difunde Cultura Canarias. El Centro de Estudios Caribeños de Las Palmas de Gran Canaria le concedió un accésit en el concurso de poesía La calle que tú me das, siendo su trabajo publicado en Antología cercada. Forma parte de la antología Autores en La Palma. En 2007 ve la luz su primer libro de poemas, Cuando Yo era Otro. En 2015 presentó su segundo poemario, Animal Luminoso.
Actualmente trabaja en su tercer libro, que supondrá su primera incursión en la narrativa. 




Comencé a escribir en 1992, a la edad de 18 años. Mis primeras composiciones latían bajo el signo de un sentimiento de amor no correspondido, que pronto fue dejando paso a un interés por la creación literaria en general. Podría decir, aunque tal vez no sea del todo justo, que el mal llamado amor romántico fue el que me impulsó a escribir. Y digo que, de algún modo no estoy haciendo honor a la verdad, porque pienso que detrás de toda la escenificación post adolescente del desamor en primera persona, un subyacente anhelo aún mayor y más hondo que la simple anécdota, se estaba manifestando.

Comencé a escribir mirando el amor concreto y selectivo del que ama a una persona, a una sola persona y a nadie más, a nadie más en el mundo. Detrás de todo aquel andamiaje emocional irrepetible, que pasó, porque pasa como pasa todo, seguí escribiendo, leyendo a los clásicos y a los no tan clásicos, lecturas raras y largas sesiones de escritura para experimentar la euforia y la alegría serena al sentir que escribía lo nuevo, lo nuevo para mí, ante mis ojos. No era bueno ni era malo lo que escribía en aquellos primeros años, eran más bien simples girones de piel sucia y prematuramente contaminada, igual que lastres que me quito de encima para continuar el camino. La escritura como tarea de reordenación y equilibrio interno. Yo siempre viajé al interior de mi propia persona, a los huesos de mis propios cadáveres, para escribir y conscientemente expresar, provocar, con vehemencia vivir el verbo y el lenguaje y, en una suerte de movimiento pendular, volver, volver a un equilibrio de centros gravitatorios.



Con el paso de los años, mi poesía fue convirtiéndose en una extensa antesala de la narrativa. Detrás de mis versos, la mano de un poeta que necesita contar, contar lo que sea. Contar y narrar. Verso largo que se asfixia apurado al finalizar la hoja del libro.

Ahora estoy inmerso en la construcción de mi tercer libro, que no sabría definir “de qué trata”. Disfruto, no sufro. Nunca he creído en el productivo sufrimiento del escritor. El escritor escribe cuando siente que tiene algo que contar y yo,ahora, cuento. Miro al pasado con mirada dulcemente melancólica y miro hacia el futuro con mirada atrofiada y brillante y desarrollo la ciencia ficción de un porvenir que no conocemos.




Actualmente tengo muy avanzado mi tercer libro. Una obra narrativa compuesta por relatos escritos de forma espontánea y casi automática. Guiado más por mi intuición que por mi capacidad analítica. He sido honesto y he respetado mi anhelante deseo interno de contar historias.




Otros proyectos:la consolidación de Los Jueves Literarios en Biblioteca Municipal de Candelaria y la creación de La semana de la palabra en Canarias, un intento por atrevernos a innovar y a hacer las cosas de otra manera. Para eso necesitamos otras sensibilidades y abrirnos a la escucha y aceptar distintas ideas y propuestas. Los escritores no podemos seguir organizando actos y eventos para otros escritores en una ceremonia de tediosa endogamia, en la que lo más destacado es el pertinente intercambio de nuestros libros. Impulsar a las voces emergentes de la poesía y narrativa en las Islas.



Victor Yanes




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