Contraverso. Litterae Aureae
Si
yo pudiera darte letras de oro...
Pero
solo tengo letras de tierra,
y
como mucho te traeré un tesoro
que
escondieron piratas en la sierra
de
mi improductiva imaginación.
Debería
estudiar, dice Pepito
Grillo,
pero es que me habla el corazón,
susurra
versos, y vuelta a lo escrito,
eso
sí, sigo siendo improductivo.
Ahora
me dicen que mire al futuro,
la
promesa de oro es metal nocivo
y,
por si acaso, me cuido y nunca juro
dinero,
solo cariño, que siempre
tengo,
solo para ti, predispuesto.
Tiene
la turba negra oscuro temple,
como
un traje natural, grande y apuesto,
con
letras de oro, pero sin dinero.
Debería
de irme a la policía,
ser
un empresario, ser negrero,
entrar
victorioso en la abogacía,
llegar
al restaurante con mi gente,
con
mi séquito de celebridades,
apartando
la muchedumbre al frente,
rodeado
de lujo y vanidades,
debería,
entre flashes de fotos,
debería
ir despidiendo sonrisas,
morir
con calma, vivir con la prisa,
comprar,
contratar, invertir, sojuzgar,
ya
lo dije: ser hombre de provecho,
ser
como un tigre, ponerme a cazar,
ser
como un buen tigre, siempre al acecho,
entre
créditos y ofertas especiales,
clasismo,
leyes y ciudadanía,
planes
económicos demenciales,
estar
de fiesta de noche y de día,
tener
en propiedad la felicidad,
dar
caridad interesadamente
y
recorrer en coche oficial la ciudad,
para
darme cuenta, de repente,
que
todo esto era para hacerte feliz.
Los
sueños, sueños son. Aún tengo tierra
en
las manos y una dorada cicatriz
que
me hice trabajando con la sierra
en
el monte, cortando letras doradas
para
regalarte. No tengo nada,
pero
aún con nada, quiero darte cada
letra,
amor, cada letra dorada.
(Fuente: http://www.uni-tuebingen.de)
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