7000 lunas (Sección "Lluvia de piedras")
Guayota
emergió con violencia para robar mil vidas y cubrir el mundo de fuego ardiente.
Para él, el demonio se llevó a la joven que amaba más que a su vida; el resto
eran comentarios populares sobre lo acontecido. A partir de entonces, su vida
se llenó de espiritualidad, como si quisiera acercarse a ella en cada momento.
Se
formó, hasta alcanzar la fama de un sumo sacerdote. Por eso, cada vez que
temblaba el suelo o se derramaba el cielo con extrema violencia se le acercaban
sus compatriotas para consultarle qué significaba aquello, en un intento de
interpretar no sé qué señales divinas.
Miraba
desde un altísimo risco cómo se acercaban varias embarcaciones de extranjeros a
la isla, cuando el viejo tropezó y cayó al fondo del barranco. Lo oyeron
gritar, lo vieron caer, y nadie lo achacó a un accidente. Pensaron que había
decidido quitarse la vida antes de presenciar todos los males que traían
aquellos embajadores del diablo. Dicen que perder a un sabio por causas
extrañas predice 7000 lunas de desgracias. Así que los esclavos descendientes
de aquellos guanches -esperanzados- siguen contando lunas.
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