Contraverso. Tal vez, gusanos

Aquí no llega la luz,

y tal vez sea lo mejor

pues mi piel es de raíz.

Y tal vez lleve mi cruz

podrida en el interior.

Y tal vez es el barniz

negro de este terreno

el que abre rojas heridas

cada noche, a saber...

Tal vez llueve veneno

y la muerte está vencida

desde el fatídico ayer,

a saber... Zarpan las naos,

sin raíz, de madera

¿volverán? No sé, tal vez...

El presente es solo caos,

el futuro aún espera

y el pino rezuma pez

ciego que nada entiende.

La tierra contamina,

duérmete en las estrellas

que la noche desprende.

La galería mina

las paredes de pellas

de barro. Las goteras,

musgos, rocas, arañas...

¿Quién sabe? La oscuridad

del suelo desespera

pero me hace compaña.

Si entra el agua ¿qué importa?

Hoy llegó una tormenta,

ya dije, de veneno.

Aquí el tiempo se acorta,

fuera el viento acrecienta

el resplandor de los truenos.

No hay luz bajo la tierra,

hay colmillos de roca

y alimañas despintadas.

Tal vez la duda aterra

cuando la humedad toca

sonrisas congelada,

los ojos no ven nada

y crece la fantasía:

Sonrientes mandíbulas,

felices, descarnadas,

donde no luce el día,

atadas con fíbulas

de hueso a la realidad,

a saber... Telarañas

brillantes de agua pura,

negra materialidad.

En mis rojas entrañas

hay una raíz que jura

no saber... Y tal vez no

mienta. Nunca se sabe.

Todo se mueve, nada

persiste, y aquí estoy yo,

esperando a que acabe

la lluvia envenenada.

Voy a romper el suelo,

protéjanse, lloverán

lombrices y gusanos.

Voy a emprender el vuelo,

volcanes extenderán

sus magmáticas manos

y... ¡A saber! Puede que

despierten las cavernas,

que suelte raíces la cruz

y pueda ponerme en pie,

aunque tiemblen las piernas

y empiece a buscar la luz

con mis ojos pálidos,

trogloditas y ancianos

que al alba nunca alcanzan.

Tal vez sean inválidos

mis sueños inhumanos:

¡pero tengo esperanza,

ilusión y gusanos!

Daniel Ramos

Foto de Eloy Marrero, Cueva de los Verdes en Lanzarote