Vidas y Obras: El amor dura tres años, de Frédéric Beigbeder


El Amor Dura Tres Años



Edición Compactos Anagrama 


Hace unos días volví a leerme “El amor dura 3 años”, de Frédéric Beigbeder. Una crítica brutal y sincera (aunque quizá demasiado personal) al concepto mayoritariamente aceptado acerca del amor romántico y el matrimonio. Aunque no contento con criticar a la institución del matrimonio, ataca también a la clase alta parisina que lo rodea y el propio individuo (incluyéndose a sí mismo). Beigbeder ama reírse de la realidad circundante y sobre todo de sí mismo.


Y es este último punto uno de los más llamativos del autor: el de la autocrítica. Beigbeder se luce riéndose de sí mismo tanto en esta novela como en su obra más reconocida, 13,99€ (también muy recomendable), – novela escrita unos años después de ésta y gracias a la cual consiguió ser despedido –, escribe o parece escribir sobre sí mismo, con sus propias entrañas.

Pero hablemos primero del autor.

El Autor


Beigdeber es un escritor francés que ha hecho de todo: crítico, cronista, dj, comentarista... También era publicista. Y digo “era” refiriéndome a su faceta de publicista comenzó a hacerse internacionalmente conocido como escritor a partir de su libro 99 Francs (en España, 13,99€), la novela donde critica – sin corazón, pero con mucha alma – al mundo de la publicidad, y por el cual, se dice, fue despedido. En él nos retrata supuestamente su vida como publicista y cómo se ríe del consumidor final. Escribe el libro para que lo echen del trabajo, dice, porque está harto de ese mundo, y se jacta de poder tirar ese “avión desde dentro”.

Ha escrito varias novelas (la mayoría publicadas por Anagrama, si no todas) y dos ensayos, aparte de artículos periodísticos, entre otras.

Su estilo es directo, dinámico y muy ácido. Relata el desastre de la vida como una gran comedia negra en la que se rebela contra la realidad misma.
A veces, al escribir, se rebela incluso contra las formas aceptadas y juega mucho con la narración.

La obra

El espíritu de El Amor Dura 3 Años es totalmente crítico, con un tinte de humor negro y dosis de reflexión. Todo esto, escrito desde la perspectiva de un personaje que escribe desde y sobre sí mismo.

Quizá esto nos lleve a despreciar su escritura tanto como a amarla, ya que con toda esa crítica a su entorno y a su persona no sólo asistimos a un destripe moral de la humanidad, sino también un llanto desesperado en plena sonrisa, una danza de sus penas y reflexiones más oscuras sobre el papel (o la pantalla, según el formato que escojas en estos tiempos que corren). 


"Uno puede ser alto, moreno, y llorar".

Eso podría provocar cierta cercanía con el lector, que además habrá pasado por situaciones de desamor donde las sensaciones descritas pueden crear empatía. Pero habrá muchos lectores, defensores éstos del amor más clásico, a quienes pueda producir cierta amargura lo que Marc Marronier (protagonista y supuesto alter ego del autor en esta novela) describe en El Amor Dura Tres Años.

En este libro nos habla, siempre con un componente autobiográfico, de la historia de Marc Marronier, un escritor que ya desde el inicio de la novela celebra el divorcio sobre su moto, a toda velocidad y muy borracho por las calles de París.


"Para conducir borracho, basta con apuntar bien entre los edificios", nos comenta. 


Y es que el protagonista del relato, tras vivir el idilio de los primeros años de matrimonio, despierta del mismo con un carácter autodestructivo que, lejos de causarnos pena, resulta incluso divertido.

Sobre todo cuando reconoce, sincero, que 
“Marc Marronier es así: finge ser un degenerado bajo su trajecito de pana porque le da vergüenza mostrarse tierno”.


Siempre con humor negro e incorrecto, tanto el personaje como el autor – que ya casi al principio se permite interrumpir la narración alegando que será su propio protagonista– tratan de desmentir lo que él considera el mito de los amores duraderos, heredados, según él, por la tradición de princesas que tenemos arraigada en nuestra cultura.


“El amor es un combate perdido de antemano. Al principio, todo es hermoso, incluso tú. [...] 
Durante un año, la vida no es más que una sucesión de soleadas mañanas, incluso cuando nieva por la tarde. Te dedicas a escribir libros sobre esta cuestión. Te casas lo antes posible: ¿para qué reflexionar cuando uno es feliz? 
El segundo año, las cosas empiezan a cambiar. Te has vuelto más tierno. Te sientes orgulloso de la complicidad que se ha establecido en tu pareja. Comprendes a tu mujer sólo con medias palabras; qué felicidad conformar un todo. [...] 
El tercer año trae consigo una noticia buena y una mala. La buena: asqueada, tu mujer te abandona. La mala: empiezas otro libro”.

Y escribió El Amor Dura Tres Años. 


Luego ironiza sobre la sociedad en la que se mueve y sus valores en cuanto a las relaciones, riéndose principalmente de sí mismo entre tanto parisino de la clase alta a la que, por cierto, pertenece, y hace una fusión entre un diario iracundo, una novela de ficción y el ensayo, tratando de demostrar por medio de estos recursos y nombrando estudios científicos que el amor dura tres años.


A medida que el libro transcurre, cuenta el por qué de su propio desenlace amoroso, y nos cuenta su historia de desamor y adulterio, y... hasta aquí puedo leer.

Decir que esta es también una obra ligera, y lo capítulos no llegan a tener una línea del todo clara, saltando a veces de un lado a otro, con reflexiones acá e ironías por allá. Es muy cómodo de leer, no sólo porque engancha con su forma de escribir, con su estilo dinámico, sino también, sino por el propio hecho de su estructura flexible.

El final del libro es de lo más irónico e inesperado, así que vale la pena llegar a él, y aquí lo dejo.  

¿Continúas?

Juanma Henríquez 

Comentarios

Entradas populares