Lluvia de Piedras: "Nueva lluvia"

  Nueva lluvia 

Por Pedro G. Cánovas 

  Llovía. De nuevo llovía con intimidante fuerza.
                       
                          *
 “No siempre la lluvia es una bendición”. A nadie le gusta que llueva de esa manera, por muy preparado que se esté, por muy protegido que puedas sentirte… a veces se da alguna inesperada situación que sorprende al más maduro participante.

 Dicen que murió un joven a manos de la milicia, durante una redada. A veces se duda de cualquier cosa; en ciertos entornos no te puedes creer nada… Como sea, se había desatado una nueva intifada, después de tanto tiempo de control total, de “tranquilidad”. “Parece que disfrutan con esto” se comentaba en la calle.

                         *
  En la calle, los grupos de jóvenes amigos y conocidos se buscan unos a otros; se reúnen y corren, nerviosos, de un lado a otro. Se tapan la cara con sus kufyyas de algodón y, dicen, llegan casi hasta las filas enemigas esquivando balazos y respirando los venenos judíos para “regalarles” un poco más de su tierra; unas gotas gruesas de tierra, llenas de rabia, movidas por el grito de justicia.

 Para los otros no era sino “otra maldita lluvia de piedras”. Para ellos, eran pedacitos del árido jardín que regaban con su propia sangre desde siempre, a la que se aferraban para reclamar que les robaban cada día. Les roban su tierra, su libertad, y hasta la vida.