"Logra escuchar este cuento"

"Sobrevolando los cuentos

que narran a media noche,

me dediqué a contemplar un cuento

que se elevaba por un camino lejano.

Lejano de todo ojo mortal habitable en esta tierra.

Tierra ardiendo en llamas.

Un camino dónde las nubes no pertenecen al vapor,

dónde el cielo no es inyectado de desenlace.

Tropecé con un ser que no venía de ningún lugar.

“No soy de ningún sitio”, me decía.

“No hay apodo al que puedas acudir para nombrarme”.

“No estoy, en cambio, siempre estaré”.

Un búho pasaba su tiempo observándome

mientras las palabras de ese ser desconocido

susurraban mi membrana.

Al incógnito animal le brillaban los ojos

con la intensidad lúcida que cualquier luciérnaga

podría llegar a relumbrar con la densidad nocturna.

Acerqué mi mirada y sus pupilas eran el Oro.

Espeluznante y admirador.

Le envolvía poder.

Le envolvía conocimiento.

Sin pasar un segundo, cierra sus ojos de animal misterioso

y desaparece entre la turbia niebla.

Vuelve mi atención cuando ya es tarde.

Aquel ser ya no está cuán repentinamente

me nacen unas alas enfurecidas

con tremendas energías de expandirse

sin ningún límite para dejar de hacerlo.

Ahora, estaré allá.

Dónde sobrecoge el miedo.

Dónde nadie quiere habitar.

Dónde la inmortalidad aúlla cada noche.

Dónde el sin fin pronunciará cada letra de mi nombre

para que mi pasión por acariciarle

me atrape para siempre."

Rocío Chío.
"Logra escuchar este cuento".
Montañas de papel.