Sitios en común - Contraverso
Aunque
no lo crea, tenemos muchos
sitios
en común; sitios donde vuela
el
canario a la sombra del aguilucho,
sendas
donde quemamos tanta suela
que
el suelo parece de magma negro,
fortalezas
para magnos señores
y
plazoletas para el llano pueblo;
compartimos
tristezas y esplendores:
tristezas
y esplendores celebro.
Aunque
no lo crea, le siento cerca;
cerca
de los cantos del mar, del viento
que
choca con la pared, de la tuerza
que
no se ajusta, cerca de su acento
seseante,
de las nubes caminantes,
de
las blancas casas de Taganana
y
de las olas que lucen como los diamantes
nocturnos
del cielo ¡cerca, hermana!
Tan
cerca que solo diez días antes...
Aunque
no lo crea, falta la memoria;
no
sé donde me dejé el corazón,
si
fue en la chabola o fue en La Noria
o
fue en un verode de un vil callejón;
pero
compartimos un mismo origen,
que
es ninguna parte: vengo de Marte
para
encontrarte, así me lo exigen
mis
pies cuando dicen que encuentre el arte;
sea
van Gogh o un cuenco aborigen.
Sean
tus manos fruto del deseo
una
tormenta que hunde un barco fenicio,
Aquiles,
Paris, Áyax o Teseo,
sea
Roma al borde de un precipicio,
sea
la resurrección de Cartago
motivo
para expulsar la sal del suelo;
sean
tus ojos el cobro y el pago
de
tanta hambre, guerra, peste, y duelo;
sea
Guayota, la maga y el mago.
Sea
tu boca el llano de Ucanca,
sea
una tabaiba una catedral
donde
la palabra es dogma y se estanca
la
savia; sea la savia sangre y mar,
sea
Nautilus y capitán Nemo
una
dulce fula, que folías sean
los
sitios en común que tenemos.
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