Imagen extraída de: @blog.gurborpub.com
El aire era denso, se apostaban a la puerta de los burdeles
niñas raptadas de distintas partes del país obligadas a ser prostituidas. En
ese lugar salía el sol por simple inercia como rayos delatores de la maldad
humana, todo lo indecible era dicho, toda la maldad conocida y por conocer
encontraba su refugio en la ciudad donde lo malvado es habitable.
Se venden patas de tigre, se puede degustar cobras e incluso
osos negros o cocodrilos, el menú diario del infierno da escalofríos a cualquiera,
pero así transcurre día tras día el infierno en la tierra, sin que esta se
perturbe, es como un secreto que todos saben.
Casinos donde se apuesta por todo, con dueños de hostales
sucios donde se oferta la habitación y el sexo con menores, las mafias como en
una ruleta rusa de horror y espanto, invierten y planifican sus ideas cada vez
más sórdidos y espeluznantes, al fin y al cabo es lo que sus clientes buscan, y
mientras el mundo sigue mirando a otro lado.
Notas para el lector: Mong La es una ciudad china donde todo
mal parece tener cabida, la venta de animales exóticos, y la prostitución
infantil campan a sus anchas por el infierno en la tierra.
Adolfo Ibáñez-Batista
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