Contraverso. Filomela

Se levantaron al unísono primaveral

las luces verdes, vegetales, del mes de mayo,

humea lágrimas el árbol muerto por un rayo

ayer noche, y sangra el drago un rojo manantial

mientras las cumbres ríen, omnipotentes, grises,

haciendo sonar los sonajeros de cebada

con sus vientos blancos, que llegan desde la nada.

Pero son días de estar vivo, días felices,

días donde el renacer a la muerte desbanca,

alacranes rojos reptan por el suelo agreste

y no hay lugar, ni en la ciudad, más concurrido que este,

donde habla hasta la calavera, baliza blanca

que indica el lugar donde clavó dientes la muerte,

pero no ha de ser hoy, hoy cantan las filomelas

y flores moradas que crujen bajo mis suelas,

crujen sin hacer ruido para que no despierte

la pléyade de escarabajos al mar de ramas,

muertas, inertes, dispuestas en la piel del monte,

mientras un cernícalo despunta el horizonte

recordando el fatídico día de las llamas

descontroladas. Pero ya se enfrió el carbón,

ondean, como banderas, las perennes copas,

hablan en sumerio los arañazos de roca

sobre la piedra madre y saluda la erosión,

se desata la lluvia, baja la blanca niebla,

reviven los milpiés y resurgen los gusanos,

levantan piedras las setas de músculos canos,

la avena baila, las hojas caen y el suelo tiembla,

lloran cipreses, brotan flores en las trebinas,

saltan las ranas, los renacuajos burbujean,

los huevos anfibios con las luces parpadean,

mil larvas de mosquito gris musgo contaminan,

pero las diezma una cruel larva de libélula

de fisonomía regia y de mandíbulas recias,

flota en la superficie una sopa con especias:

hojas, palos, y una capa marrón de células.

Tras la lluvia ha quedado un joyero de rocío

en cada árbol y en cada arbusto lacayo,

la lluvia son los besos a la tierra de mayo,

me ajusto la chaqueta: estoy cogiendo frío.

[Algo está pasando con el Contraverso, la vida va ganando a la muerte, el movimiento impregna al Universo. Cada día me arrodillo frente a un pequeño cadáver de conejo, le he visto crecer flores en las órbitas, diría que sonríe. Creo que estoy recordando.]

(Fuente: https://www.theodysseyonline.com/inner-beauty-nature)