Contraverso. Propuesta
Solo
necesitas creer en ti mismo,
pensar
en ti mismo, adorarte a ti
mismo,
hundirte en el vil solipsismo
de
la alta sociedad, del derecho V.I.P.
A
ver si nos cae mierda ya del cielo
para
ahogar nuestra propia mediocridad,
preocuparnos
un poco por el cieno,
quien
dice cieno, dice precariedad.
Reduccionista
económico imperante,
atiende
menos a tus gráficas
y
más al desastre que tienes delante,
atiende
a esas vivencias trágicas,
a
esas vidas rotas como vidrios,
la
crisis no se mide con el producto
interior
bruto, sino con suicidios.
Si
de sus vidas quieres el usufructo
ten
en cuenta que la economía
no
es un ente independiente, exterior,
-si
lo piensas así, desvarías-
sino
el fruto del pueblo trabajador
que
ni se ha dejado ni se dejará robar,
que
recuperará sus derechos
ultrajados,
que no volverá nunca a dejar
que
otros se partan de risa el pecho
con
los pecados de agentes ajenos
que
sufragar le ha tocado.
Suena
una flauta partida en dos por el viento,
toca
una melodía sorda, un arcano,
aunque
no la veas, lleva notas por dentro
y
estas narran la experiencia de un camino anciano.
Me
cuentan que esta no es la vez primera,
que
no se trata de un evento extraordinario,
no
es un cambio místico, cambio de era,
que
no es el sino que nos marca a los canarios,
que
no es mala suerte ni mala pata,
que
no es mal clima ni un huracán,
que
no es peste que transmiten las ratas,
que
no es culpa de un solo patán,
que
el sistema está podrido desde los cimientos,
que
no se arregla manipulando medios
ni
llenando las bocas discrepantes con cemento,
pero
menos bromas, es un caso serio.
Si
fuéramos malos por naturaleza
seríamos
homínidos extintos,
nunca
nos destruimos con tanta destreza,
pudimos...
¡Podemos pensar distinto!
Hay
que dejar de buscar egoístas lumbres,
individuales
e intransmisibles,
cambiemos
el sistema y nuestras costumbres,
si
la sociedad tiene aspecto cónico
y
el pensamiento proviene de arriba,
pensemos
pensamientos contrahegemónicos
y
que las clases subalternas decidan,
si
el camino nos llega marcado
y
siempre lo recorremos de igual manera,
busquemos
los errores del pasado
y
no destruyamos bosques por la madera,
si
el gobierno de uno resulta ignominioso
desvelemos
al pueblo dormido,
que
se levante presto de su reposo
a
recuperar todo lo perdido,
y
si miramos al futuro con esperanza
pensaremos
en seguir avanzando
porque,
al no querer hacer del dolor la venganza,
tenemos
ganas de seguir luchando.
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