Contraverso. Nuestra Señora de las Ocho Horas
Ramón
dijo a Roberta
que
le pagaría cuando pudiera,
y
que si acaso ella se desespera
allá
tendría la puerta
y
hace más frío, en la calle, afuera,
donde
Manolito espera a su abuela:
otra
pensionista decepcionada,
y
cuando el nieto le diga de
comer
¿cómo le dirá que hoy no hay nada?
Hace
ya tiempo perdió la fe,
cuando
su marido se perdió en la lista
de
espera. Vaya una lista de espera.
“Si
no vienes los sábados, date pista”
le
han dicho a una juvenil camarera
-sin
especificar piropos y roces
en
el contrato-. Llorando se pasa el rato.
Peor
está Elishat, sin papeles ni contrato,
trabajando,
entre cartones y toses,
porque
el desheredado sale más barato
y
es más fácil amenazarle con el despido.
Y
peor está María, que sueña una vida
lejos
de la ignominia, lejos de lo prohibido,
donde
ella sea la única que decida.
Juan
combina varios trabajos,
llega
a casa a las dos de la madrugada
pero
él hace como que no pasa nada.
Tiene
que parecer muy majo
ante
el mostrado. Se muere por dentro.
Como
otros, trabaja a destajo
Sebastián.
Dice que lo trajo el viento
pero
hace ya años que no pisa su tierra.
Él
tenía allí familia y vida,
pero
con todo se lo tragó la guerra.
Si
hubiera precio, lo pagaría,
pero
el tiempo es el oro más extraño,
se
revaloriza cada día
y
se desvanece cada año.
Susana
juró que no lo haría,
¡ni
una sola hora extra más! ¡Cómo antaño!
Pero
como siempre, lo ha vuelto a incumplir,
¡qué
lo llamen, qué lo llamen vida!
¡Qué
llamen paraíso, pues, a este sinvivir!
Más
no demanden. Más no pidan.
Una
riada de banderas rojas
inunda
de la ciudad sus aceras,
como
un vals de libertarias hojas
se
olvidan callos, dolores y ojeras.
Siempre
fue fácil estar en contra de todo
para
estar, así, en contra de nada,
si
ahora las calles gritan es por el tesoro
de
la multitud revolucionada.
Las
células independientes se han unido:
no
tienen sentido inconexas,
no
tienen sentido solas -¡gran sinsentido!-.
Ahora
una religión profesan:
esta
creencia
-¡esta
ciencia!-
que
es salvadora:
Nuestra
Señora
de
las Ocho Horas.
(fuente de la imagen: https://mariadelarentabasica.wordpress.com/)
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