La salud del sistema (Sección: Lluvia de piedras)




Un frente social se había establecido en el poder político de aquel país. Al contrario de cómo pasó en otros casos, el movimiento nunca fue un bálsamo que apagara manifestaciones ciudadanas y la enriquecedora insurgencia; sino que se alimentaba de cada reivindicación vecinal o social. Sin embargo, algo no olía bien.


Al principio, no consiguieron sumar poder para gobernar en solitario. Pero, con pactos puntuales, lograron que aparecieran advertencias en nóminas, contratos y otros escritos oficiales, en forma de leyendas, que advertían: “El machismo mata”, “La reforma laboral mata”, “Los bancos matan”, … Pero aun predominaba un fuerte tufo a podrido. 



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