LANCE TABÚ. LA PUERTA METÁLICA


En un viejo edificio restaurado como loft, Jack encontró una puertilla metálica en el vestidor. Algunas de las tablillas de la pared del fondo se habían caído. Dio varios golpes con el puño para encajarlas y se oyó un sonido metálico con eco. Intentó apalancarlas para ver lo que había detrás. Encontró una puerta metálica cerrada con llave. Le entró la incertidumbre y algo de miedo. Quiso saber a donde daba aquella puerta y quién o quienes tenían la llave. Llamó a un amigo y pasó la noche sn su casa. No quiso quedarse en su loft recién alquilado. Durante la noche vieron las fotos que Jack hizo con el móvil. Pensaron que un cerrajero era una buena opción. A la mañana siguiente llegaron al loft. Cogieron el manojo de llaves de la vivienda y empezaron a probar una por una sin éxito. Barajaron la manera de apalancar la puerta pero estaba bien sellada. Finalmente llamaron al cerrajero. Cuando el cerrajero llegó, le indicaron donde estaba la puerta. Cuando la logró abrir, del otro lado llegó una bocanada de aire frío con olor a húmedo. Alumbraron con linternas y encontraron el interruptor de la luz. Encendieron y se alumbró la escalera. El amigo de Jack empezó a llamar por si había alguien pero no contestó nadie. Los tres hombres bajaron alumbrando con sus linternas del móvil aunque la luz estaba encendida. Una vez abajo, pudieron ver una gran sala donde habían luces y algunos enseres, como si se hubiesen utilizado para filmar o fotografiar. Al fondo un cuarto cerrado. Abrieron la puerta y vieron en una estantería varias botellas de productos químicos, cubetas, pinzas y al lado un fregadero. Era un pequeño cuarto de revelado. En las paredes mujeres preciosas fotografiadas desnudas. Cuerpos bellos. Las fotos no eran muy viejas pero la temática era sobre los años 20. La época de las bailarinas de Burlesque. Fotos muy sensuales, con picardía. En las estanterías habían rollos de películas y vieron una. Se trataba de una secuencia de una película pornográfica antiquísima. Mujeres rollizas con el pelo repleto de caracolas y parejas de grandes bigotes enrollados. Mostraban mucha sensualidad pero nada de sexo explicito. Las tomas estaban hechas con mucho cuidado y mimo para evocar aquella época. 
Después de instalarse totalmente, Jack quedó varias veces con su amigo para visionar las películas y demás material gráfico. A partir de ese momento quedaron con el cerrajero también y con sus respectivas parejas. Una vez en el loft, se caracterizaban con el glamour embaucador  de la época y bajaban a ver aquellas obras de arte. Muchas veces las parejas seguían la fiesta con mucho champán, puros finos y pequeños números de baile y canto en play back de grandes divas. Con más frecuencia conseguían intimar delante del resto y si se terciaba también intercambiaban sus parejas. 

Celia Sánchez

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