La conciencia es un huevo - Contraverso
La
esperanza es
un
huevo por abrir
puesto
del revés.
Es
una yema
suspendida,
son mil
llamas
que queman
rayos
del futuro,
es
la decepción
chocando
con muros
de
sentido común,
civilización
que
depende de algún
paralelo
o latitud.
La
esperanza es
una
corta longitud,
una,
dos o tres
montañas
que rodear,
mil
noches que perder
en
huevos por abrir,
la
esperanza por venir
está
hundida en el mar.
Sabe
bien Lucifer
lo
que la esperanza es,
lo
sabe la cultura,
el
neón, la publicidad,
el
progreso y el estrés,
la
triste ciudad
y
la común locura.
Vivir
lo inmediato,
el
puñetazo
y
la bofetada,
ser
el desacato
a
todo, ser la nada,
alargar
el brazo
para
encarcelar
entre
nuestros dedos
toda
la gloria,
luego
sobrevolar
de
cerca el suelo
y
ser el fin de la historia.
No
es la esperanza
sino
teleología,
servicio
a las artes,
tiempo
para poesías
y
otras mudanzas.
Está
en todas partes,
es
omnipresente,
primero
estuvo
en
la materia,
y
luego anduvo
en
nuestras mentes.
Estaba
en La Feria
y
frente al Auditorio
la
esperanza dormida,
frente
a las luces,
la
festa y el jolgorio.
Yo,
ante mil cruces,
claudico
a la vida
-dulce
derrota-
y
como a una pelota
de
una patada abro el huevo.
(Fuente de la imagen: https://graffica.info/agitadores-de-conciencia-grafica-comprometida/amp/)
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