MISTERIO:

La sospecha que pende de la sombra
La intriga mordaz de unos puntos suspensivos,
De los bien utilizados,
De los nunca descritos…
Esos que sobornan tu vista,
A precipitarse una y otra vez
Al siguiente abismo,
Al siguiente verso…
Así tergiverso con tu mirada,
Sin nada que la contenga
Almacenando en tu pupila
Ganas para la siguiente entrega,
Como te enredas mis palabras por tús iris.
Como sobornas mi misterio en tu misterio…
Si me lees,
Ya tu voz se habrá vestido de terciopelo,
Y tu cuerpo de negro.
Son tus ojos mi alimento,
Y comes impúdica mi métrica,
El ritmo ocioso que te perturba,
Mi piel se muda como suceso cotidiano.
Adolfo Ibáñez

Comentarios

Entradas populares