Lo que la abuelita era. Por Esther M.A.

La abuelita era el mar habiéndose criado en el campo. No era el mar por ser inmensa, porque de hecho era una mujer bajita y muy delgada. No. La abuelita era como el mar porque podía llevar a sus orillas cualquier cosa: una perla de sabiduría tan mundana como profunda, un chiste, un disparate, una picardía, cualquier cosa era posible, y en cualquier momento.

La abuelita era dura. No era esa clase de dureza hostil que desagrada a los demás y los lleva a huir de la presencia de una. No. La abuelita era dura porque estaba curtida por una vida de esfuerzos, era dura porque fue mujer toda su vida en una sociedad machista, con todo lo que eso conlleva.

La abuelita era un libro aún sin saber leer demasiado bien. No era un libro lleno de datos precisos y de tecnicismos. No. La abuelita era un libro lleno de historias con moraleja, lleno de notas a pie de campo, y nunca mejor dicho, porque todas sus páginas se escribieron entre montañas y brumas.  


La abuelita era esperanza, aún después de sufrir pérdidas dolorosas. Era esperanza hasta de nombre, pero siempre me ha quedado la pena de que durante su vida lo fuera más para los demás que para sí misma. 


Comentarios

  1. Me ha encantado. La vida de muchas mujeres en estas lineas, pocas pero intensas, la verdad. gracias

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  2. Gracias a ti Macu, me alegro de que te haya gustado :D

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