VIDAS Y OBRAS: Verlaine vs Rimbaud (Los Poetas Malditos 2)

Por Juanma Henríquez

    INTRODUCCIÓN

   En una anterior entrada habíamos hablado del origen del término literario “poeta maldito”. En dicha entrada, nombramos a los primeros autores que tomaron tal denominación.
   Entre ellos, se encontraban los poetas Arthur Rimbaud y Paul Verlaine (este último, además, fue el responsable del término). Hoy me gustaría mostrarles un poco más de ese 'malditismo' que rodeó a ambos poetas, por medio de una anécdota que los unió, y que a punto estuvo de matar a uno de ellos.

Verlaine y Rimbaud (primero y segundo desde la izquierda, respectivamente); pintura de 1872 realizada por Hemri Fantin-Latour

   LOS AUTORES

   Arthur Rimbaud, el joven rebelde

   La historia comienza con un joven Arthur Rimbaud, harto de la Burguesía que lo había parido (el 20 de octubre de 1854) y criado.
   Hacia 1870, con buenas notas y dedicado ya a la poesía, el joven poeta de 16 años decide que está harto de todo cuanto le rodea. En un acto de rebeldía, tira todos los libros de la colección de clásicos con que el Liceo le había premiado por ser un buen estudiante, y abandona la comodidad del hogar familiar.

   Rimbaud decide que es mejor vagabundear en soledad que dejarse engañar por la Burguesía y la educación percibida. Y así lo hace hasta llegar a Bélgica, mientras medita sobre sí mismo para encontrar a su Yo Auténtico mediante la poesía. Aún un siendo prácticamente un adolescente, contempla la importancia de vivir la realidad en todas sus formas, incluso rozando la locura, a fin de comprender la esencia de las cosas.

   Aún joven, aunque ya maldito, escribe el poema simbolista Le beteau ivre, y se lo envía a Paul Verlaine.

   Paul Verlaine, padre del decadentismo

   Verlaine, que ya había sufrido una crisis de desamor causada por su prima Élise Moncomble, consigue al fin cierta estabilidad en su matrimonio con Mathilde Mauté, contraido en 1870. Un año después, y cuando más tranquilo estaba, recibe el poema de Rimbaud y queda admirado con el estilo del joven.

   Efectivamente, Verlaine no sólo se interesó por Rimbaud como poeta, sino también como persona, y lo invitó a pasar una temporada con él en París, donde éste mostró a aquél el mundo literario de la capital francesa.

   La estabilidad que Verlaine tanto deseaba, y que al fin había conseguido, acaba en 1871. Entonces Rimbaud decide ir más allá, y le pide a su amigo que lo abandone todo para irse con él. Así, de 1872 a 1873, ambos poetas viajan por Bélgica y Gran Bretaña...
  Y las cosas se les fueron de las manos.

   BANG!

   El paroxismo de la locura

   Rimbaud de pronto se cansa de su relación con Verlaine, a quien ya había sacado jugo en su necesidad de seducir y experimentar la vida en todas sus formas, y le amenaza con abandonarlo. Verlaine, ajeno ya a toda estabilidad material y emocional, pierde también la cordura y dispara su pistola hacia Rimbaud, el 10 de junio de 1873. Rimbaud fue herido y Verlaine fue condenado a dos años de prisión, y volvió a la vida cuando salió de ella. Tuvo algún que otro encontronazo con Rimbaud hasta que este dejó la escritura.

   FIN


   Años después, un Verlaine enamorado de un Rimbaud que idealizó y al que convirtió en un mito, se encarga de escribir sobre él en un capítulo de su libro Los Poetas Muertos, ya nombrado en otra entrada de este blog, editó alguno de sus poemas, y siguió escribiendo mientras Rimbaud renegaba al fin de la escritura y probaba distintas maneras de ganarse la vida sin la poesía de por medio.

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