LA GALERÍA DEL SUBURBIO por zvonimir r. staničić pérez ENTREGA 49 (“fascinante y eterno”)

“Sigo la llamada, dejadme morir” (1867) Impresión al carbón.

 


Julia Margaret Cameron (1815 –Calcuta- 1879 -Sri Lanka-)


Imagen extraida de: http://www.vam.ac.uk/content/articles/j/julia-margaret-cameron-and-the-v-and-a/




               Ella es Mary Hillier, “doncella auxiliar de fotografía” y modelo preferida de Cameron; fotógrafa inglesa dedicada a los retratos artísticos -del “pictorialismo”- descendiente de oficiales militares y aristócratas, se casa con un rico colono en la India que le permite vivir lo suficientemente desahogada como para dedicarse plenamente a la fotografía de vanguardia, con unos resultados que le proporcionaron un impresionante palmarés: Exposición Universal de 1870, miembro de la Sociedad Fotográfica de Londres y Escocia (gracias a una fotografía obtenida tan solo en un año de afición, con 48 años y tras una larga ausencia de su marido), exposiciones en prestigiosas galerías de Londres y París, contratada por “Charles Darwin” para que realizase todos sus retratos, ilustra los poemarios de Tennyson, etc.

            Pero no se flipen; a pesar de que una mujer ociosa y culta, dedicada a la fotografía encaja perfectamente con una imagen de exclusividad en la Inglaterra victoriana, su re-conocimiento realmente aparece póstumamente –no dejaba de ser una MUJER en el arte- junto con “Lewis Carrol” (mira por donde) gracias a sus compañeros del movimiento “pictorialista”, el grupo literario de los Bloomsbury y a su sobrina-nieta, atención: la mismísima “VIRGINIA WOOLF” (sin duda una de esas vidas que muchos –en parte- hubiésemos deseado tener).

            Su obra y su técnica…, extensa, interesante, intensa…, no voy a ahondar aquí (aunque lo invito) porque no es la filosofía de estos artículos (si es que estos artículos tienen alguna filosofía…). Pero lo que más "me gusta" es su desprecio personal por la técnica y la búsqueda del llamado efecto “flou”; un cierto desenfoque intencionado, una falta de nitidez  que proporciona -para mi- una atmósfera que enlaza con lo sublime, poético-simbolista y romántico de mis más amadas tendencias finiseculares.

            El título de la foto viene de “Idilios del Rey” (Alfred Lord Tennyson) hace referencia a la elección de la mujer entre la vida y la muerte. Santa y/o pecadora; la ambigüedad del arte de Cameron con una modelo liberada de accesorios contemporáneos, que hacen de este rostro algo “fascinante y eterno” (mira… ya encontré un miserable y manido lema para el artículo).


Bibliografía:



*El ABC de la Foto (Phaidon 2000).





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