Vidas y Obras: Maus, otra manera de ver el Holocausto Nazi

Por Juanma Henríquez

Desde que empezara la sección hasta ahora, hemos visto distintos autores y títulos – desde Vladimir Nabokov y su Lolita, hasta Unamuno y su Niebla –. Pero hoy les traemos una novela muy diferente y especial en varios sentidos.

Maus se diferencia principalmente del resto de obras ya comentadas en su formato, siendo ésta una novela gráfica (género perteneciente al cómic). Es más, la única novela gráfica que ostenta el honor de haber ganado un Pulitzer, por su original forma de tratar un tema como el que trata con una sensibilidad y una conciencia que marca a los lectores.

En Maus, su autor, el historietista Art Spiegel, nos cuenta la historia de su padre durante la guerra mundial, desde su óptica como judío perseguido por uno de los genocidios más atroces de la historia a manos de los nazis. Esto lo hace a partir de la historia del propio Art, que en una visita a su padre le pide que le cuente su historia, con lo cual podemos ver incluso cómo el autor trabaja en el libro dentro del propio libro, y los problemas que le surgen durante todo el transcurso. Además, con respecto a Vladek (padre de Art Spiegel), vemos tanto lo que pasó durante su persecución como su vida como superviviente.

Además, a parte del doble enfoque basado en dos contextos temporales distintos, consigue tratar un tema tan clásico como el Holocausto Nazi desde una manera jamás antes vista: a modo de Fábula, representa a sus personajes por medio de distintos animales. En Maus, los judíos se representan como los ratones (los perseguidos) y los alemanes como gatos (perseguidores), entre otros como los polacos o los americanos, que son cerdos y perros respectivamente.

Personalmente, cuando comencé a leer (y, ya de paso, ver) Maus no pude dejar de leerlo hasta que me entrara el sueño o se acabaran sus páginas, con lo cual entiendo que sea uno de los cómics que ha llegado al gran público, considerado por muchos críticos como el mejor cómic de la historia, y que lo haya hecho con un premio tan importante como el Pulitzer en 1992, entre otros. 

Podría decir más, pero les animo a que lo lean directamente, ¡porque no tiene desperdicio!