RELATOS DE VERANO EN SUBURBALIA. UN MAR DE PLATA. ISA GUERRA
Ante
él, un mar de plata. No podía ser mejor. Deseaba entrar. Apropiarse
de todo y quedarse a vivir allí. Como si nada hubiera pasado. No
sabía que todo había cambiado. Que era verano, el mar azul
turquesa, azul verde esmeralda...azul de olas, con baño incluido...y
que no se podría refugiar en las rocas de la playa. Ni esconder los
objetos bajo la arena. Ambicionaba todo, todo lo que no tenía.
Quería ser el centro. Seguir siendo el centro. El centro del centro.
Sumergirse en la vorágine, jugar a policías y ladrones, y reunir
todos los TV, ordenadores, Ipad y dispositivos electrónicos de la
isla y del mundo. Así aparcó a lo James Bond. Era un cleptómano,
un Diógenes sin escrúpulos que acumulaba nuevas tecnologías, un
kamikaze imperfecto que no sabía de amores.
El
remolino de sal y salitre lo devolvió a la realidad.
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