RELATOS DE VERANO EN SUBURBALIA. VERANO (La estación de las noches perfectas) ISMAEL GONZALÉZ SASTRE (NEZA)



El verano recolecta las flores de la primavera, que recogerá ya mustias el otoño, con
filtro sepia.
La estación de la luz, de los matices dorados, de las noches mágicas de los amores
cortos pero que jamás se olvidarán.
Mariposas en el estómago e impaciencia, esperar escondido fuera de su casa a que le
den permiso para salir, saludarla con toda la vergüenza del mundo concentrada en las
mejillas y una mirada fugaz. Andar por calles poco transitadas, casi ocultos;
encuentros clandestinos, lugares secretos donde poder estar juntos sin ser vistos.
Sentados, observando a las abejas y su danza entre plantas secas, escuchando cada
vez menos el zumbido de los insectos y más el latido del corazón, acercar despacio la
mano hasta tocar con un dedo la suya, entrelazar los meñiques y empezar a sudar.
La belleza de la inocencia intacta, dos manos unidas concentran lo bello del universo,
congregan la historia de los pueblos, aúnan cada instante de nuestra felicidad.
Entonces llega el beso más largo del mundo porque dura unos pocos segundos, pero
a día de hoy aún puedes sentirlo si cierras lo ojos.
Pasas los días obnubilado, ausente, feliz. Y llega septiembre, el mes de las
despedidas, de los reencuentros, de las lágrimas. Y de repente la ves a través de la
luna de atrás de un coche cargado de maletas llenas de adioses, y una mano que se
mueve como un metrónomo al compás de un corazón que acaba de sufrir su primera
grieta.
                                                                                       


                                                                                                     Ismael González Sastre (Neza)

Comentarios

  1. Genial, amigo. Has microrelatado el gran verano, el que por micro es infinito.

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