CONTRAVERSO. Mis intereses electromecánicos II

Mis intereses electromecánicos:

Aquí es indecente

hasta el silencio de los muertos.

Todo el mundo tiene algo que decir,

diferente gente,

hay errores y aciertos,

en ello basamos el porvenir.

La clave de la diversidad

está en que todos piensen igual,

iba caminando por la ciudad

y en mi autodesconocimiento

me vi reflejado en el cristal

de una vieja tienda de armamento

-¿será el diablo?- pensé confundido,

aunque tal vez no me confundía tanto...

Solo es parte del tiempo perdido

en un calabozo del manco de Lepanto,

Borges y su terror a los espejos,

Hölderlin y sus grecorromanos llantos.

El tiempo nos atrapa con sus rejos,

con sus intereses electromecánicos, usura,

la publicidad es el arte de vender basura

por un precio módico y altruista,

ya saben, se nos es importante

tener el favor siempre a la vista,

el estafador de buen talante.

Qué más da que el hombre haya pisado la Luna,

la mayoría muere de hambre,

para África no tuvo importancia ninguna

que subiera otro del enjambre

para comer miel lejos de los demás.

El futuro no fue gris, frío,

sino carnavalesco como un disfraz,

pero el dogma chirría hasta en los dientes del diablo,

chirría en los suyos: los míos.

Desde que la humanidad asió el primer venablo

hasta que la spinning-jenny sustituyó al artesano

la producción se incrementa

pero no no cesa la explotación del ser humano,

que además se nos presenta

cada vez más socializado:

el mundo es un entramado

de intereses y patentes,

de abejitas que se esfuerzan por encontrar

en sí algo diferente,

y que por tenerlo venderían el mar,

el legado de los ancestros

por una pírrica victoria.

En este Universo siniestro

la gloria es siempre transitoria.

En fin, hice gobierno de coalición con el diablo,

él también había perdido el interés

en los sermones de los académicos más sabios

de la colmena.

Es una pena

que los sabios nunca lleguen a final de mes.

En este mundo sin sentido

aparente

trazas de nuevo opio han dormido

a la gente.

¿Mi necesidad fisiológica?: Que despierte.

(Fuente: Aaron Vidal http://www.thegentlemanracer.com)