Imagen extraída de @thecreview.itesm.mx
El pequeño Magec miraba conmovido como una parte del sol se
ensombrecía ante la atenta mirada de sus padres. Hans tenía su brazo derecho detrás
del cuello de Faina, y ambos emocionados miraban al pequeño, Hans descubrió la
isla hacia 20 años, en ese mismo verano conoció a Faina, y en otro eclipse
solar -de eso hace unos 15 años-Hans después de 5 años de relación le pidió casarse
a Faina.
Cuando decidieron ponerle nombre a su hijo, no lo dudaron, Magec, el niño era un pequeño sol que jamás se ensombrecía, una alegría que
llenaba a sus padres de esperanza, el fenómeno duró apenas unos minutos, y por
fin el sol desapareció para salir al día siguiente con más fuerza.
Adolfo Ibáñez-Batista
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