Desigual (Sección: Luvia de piedras)
Hace
ya unos cuarenta años, cuando iba a hacer la primera comunión, salió a la luz
aquel defecto físico. Al probarse los guantes blancos se dieron cuenta de que una
de sus manos era notablemente más pequeña que la otra. No fue difícil solucionarlo,
pero hubo que comprar dos pares de guantes; y así con cada par de pares a lo
largo de toda su vida.
A
pesar del paso del tiempo, su familia sigue escondiendo dicha peculiaridad. Aunque
en su situación laboral esto se naturaliza; ya que casi todos sus compañeros de
trabajo tienen más grande la mano que entra más rápido en el bolsillo que la
que firma las subvenciones y reparte el poco dinero que se devuelve a quienes
pagan impuestos. Hoy, se supone que es así la política profesional.
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