Cándido (Sección: "Lluvia de piedras")
Era
por completo inocente cuando se ofreció para ayudar a aquella señora con la
compra. No esperaba que al final lo acaparara como hizo y terminaran tan
enfrentados: ella sentada en su sillón y él, con los pantalones bajados,
totalmente pegado a ella.
La verdad,
siempre oyó decir que “era muy delicado caer en boca de las señoras del
barrio”. Cándido, a partir de ese día podía jurarlo.
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