Conocerse - Contraverso
Hace
tiempo que no me veo,
me
empiezo a echar de menos.
Tú
estás por todos lados: en revistas,
libros,
folletos y tebeos,
niña
de aire, veneno.
Hace
tiempo que te sigo la pista
por
los discurridos senderos del tiempo,
y
hace tiempo que el tiempo del amor
erigió
su templo en el lento tempo
de
alguna partitura;
oscura
pista el que lo creyó error:
es
dulce la tortura.
Yo
soy tu periferia, tú eres mi centro.
Esto
no es equitativo, querido,
si
me dices qué es lo que tengo que pensar
y
me hundes ¿cómo conozco mis adentros?
Intenté
encender una colilla en el mar:
la
libertad es un ideal herido.
Necesito
libertad para verme a mí mismo,
necesito
autonomía:
hace
tiempo que no me veo.
Ya
no escribo más poesías,
versos
de un amor que no quiero,
reniego
ahora mismo de cualquier solipsismo.
Vivo
en muchas personas a la vez,
en
eso que llaman patria, supongo,
en
la gente que viene y va: nadie se queda.
Vivo
en la madera, vivo en la pez,
en
los barcos del mar, sendero sin vereda,
me
doblo, me revuelvo y me impongo.
Me
empiezo a echar de menos
en
este mundo de dependencia,
Tierra
falta de falsas libertades,
quimeras.
Pueblos llenos
de
vergüenza, odio e impaciencia,
se
acaban los tiempos de otras edades.
La
lucha por las quimeras, la sangre.
Sentado
a medianoche en ninguna parte,
en
un plano paralelo,
pienso
en lo que significa el arte,
en
los precios codiciosos del hambre;
pienso
en los astros del cielo.
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