Sentido (Sección: "Lluvia de piedras")
Tu pelo incitaba a enredar las manos en él y
llenaba el ambiente de un perfume único: tu olor. Creía, entonces, que
despertabas un sentimiento insuperable, pero no era así. Hoy deseo que las
yemas de mis dedos acaricien tu cabeza y transmitirte el calor que sale de mi corazón,
como si por ellos se desbordase amor y supiera que esa electricidad puedes notarla
y te hiciera sentir mejor.
Hoy, tus ojos cansados son muestra de la
guerrera que llevas dentro; eres tú quien cada día me cautiva y le da un nuevo
sentido a la vida. Hoy, te necesito tanto o más que tú a mí; y no sé si alcanzo
a darte tanta fuerza como la que tú me das, cada mañana, cuando te pones el
pañuelo rosa.
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