CAFÉ SUBURBIO. CACEROLADA PRET A PORTER. ADOLFO IBÁÑEZ-BATISTA
Pues parece ser que a Borja Mari y a
Pocholo les ha dado por armar la revolución cacerola en mano, o como
dicen por ahí los “Cayetanos”, viviendo como seguimos viviendo
una de las peores pandemias en la historia, a los ricos les ha dado por
echarse a las calles, rompiendo la mayoría cualquier etiqueta propia
del tiempo pandemico que nos toco por desgracia vivir, en la mayoría
de los casos van sin mascarillas, prefieren muy “cool” ellos
lucir su perfecto cutis cuidado con cremas más caras que la mayoría
de la nominas del populacho o sus últimas operaciones de botox en
pómulos o bien sus operaciones anti papada.
En varios puntos se les ha visto
siempre con la bandera española e incluso cantando el “Bella Ciao”
que conocen más por la Casa de Papel -no sabiendo que se trata del
himno italiano de la Resistencia Antifascista- me parecen incluso una
tropa tiernamente grotesca, que se maneja en estas lides de manera
torpe y amorfa, mientras consiguen provocar más el estupor que otra
cosa -permitanme tomármelo con algo o bastante humor pero es para
edulcorar los efectos de esta tribu de las élites de esas “España”-
Igual me pierdo entre varias
divagaciones, pero la fotografía de estos pobres indignados del
Barrio de Salamanca o de La Moraleja siempre me sale desenfocada y
difusa, no sabiendo muy bien cuales son las consignas de su lucha, e
incluso manejarme en estos términos en los de lucha también se me
hace caricaturesco, piden -al parecer- más libertad, a mi modo de
ver, cuando se tiene casi todo, se desvirtúa la realidad, habida
cuenta y dejando que la obviedad salga a mi paso, se ve que quererse
tampoco se quieren mucho, ponen en riesgo su salud y lo más
preocupante la salud de todos.
Dudo de la espontaneidad de dichos
actos estos encuentros me parecen VOXmitivos cuanto menos, pero
tampoco quisiera señalar a nadie sin tener si quiera alguna fuente
medianamente fiable.
En varios puntos de nuestra gegografia
se repiten estas “manifestaciones” donde no suelen sumar ni el
centenar de personas, ahora bien me preocupa que ha medida que pasan
los días se vayan sumando mas sitios, pero creo que de sobra sabemos
que hay un virus que se expande con mayor velocidad que cualquier
otro y este sin lugar a dudas en la ignorancia, contemplamos
estupefactos incluso a un señor vociferando consignas desde su
flamante descapotable, desde el asiento trasero y con su chófer
particular, como no, y que nadie lo dude son protestas de señoritos
bien, esos que no dejan de autoplocamarse los españoles de bien, los
que lucen siempre la bandera española, los que se llaman así mismos
patriotas.
Hacen ruido cacerolas en mano, a uno
incluso le dio por tañer su bandeja de plata en otra de las imágenes
que dan recorrido visual y literal al pasacalles del esperpento,
harían patria si llenaran esas cacerolas para llenarlas de alimento
a esos que más lo necesitan, harían menos ruido eso seguro, pero,
al menos contribuirían en algo, lo que no nos debe caber ningún
tipo de duda es que será ese populacho que repudian, los encargados
de sacar el país de la situación actual como siempre lo ha hecho,
por los siglos de los siglos...
Toda esta amalgama de despropósitos de
los patriotas de pandereta que tenemos que soportar día si día
también al borde del colapso me llevan a una frase de Antonio
Machado “En España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo
mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la
venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre
y la salva”
Otro de los hechos que a más de uno
nos hizo sangrar las pupilas y encogernos el corazón es cuando uno
de estos señoritos de bien les dio el arrebato de colgar una bandera
en la estatua de Federico García Lorca, para su honrar su memoria
que nunca será asunto baldío el genio de Granada nos regalo esta
cita; “Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera
de mis limites geográficos; pero odio al que es español nada más,
yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una
idea nacionalista, abstracta, por el solo hecho de que ama a su
patria como una venda en los ojos. El chino bueno esta más cerca de
mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la
médula, pero antes de esto soy hombre del mundo y hermano de todos.
Desde luego no creo en la frontera política”
No soy de parafrasear a otros autores
pero creo que esta vez la ocasión lo requería, estos patriotas de
medio pelo no tienen ni idea de la patria, obviamente de esfuerzo aun
menos, en una situación de crisis uno debe reinventarse o fracasar,
ellos están decididos y firmes en tal fracaso, y cada vez queda mas
demostrado casi si me permiten empíricamente que el fascismo se cura
leyendo.
Adolfo Ibáñez-Batista
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