El enemigo invisible (Sección "Lluvia de piedras")

Obra de Aidan lee smith 

        Las expediciones europeas se llenaban de maleantes y gentes con deudas pendientes con la justicia. Cuando no, eran individuos que huían de un continente donde afloraban epidemias mortales como la peste; aunque muchas personas sobrevivían siendo portadores de enfermedades sin saberlo.

Sin duda, hubiera sido imposible someter a aquellos «salvajes». Eran excelentes guerreros y crueles con el enemigo que devoraban literalmente después de derrotado. Los vencedores, al comerse a los vencidos, adquirían su poder y se hacían cada vez más fuertes.

Esa vez fue distinto. El problema fue comerse a aquellos turistas, visitantes o invasores tan extraños. Al final, les contagiaron toxinas desconocidas para las defensas de su cuerpo hasta aniquilar la etnia completa para siempre. Al margen de las versiones apocalípticas de brujos y sabios nativos, la realidad es que desaparecieron, porque su cultura no estaba preparada para aquella visita inesperada.

Todavía no sabemos lo que pasará hoy, que hay más extranjeros que nunca en este mundo y -a veces- parece que no tardarán en ser mayoría: lo que sí sabemos es que el enemigo sigue ahí, aunque no lo veamos.