L-una.
Yaces en una habitación oscura, te hallas tímida ante el sol mas cuando este te eclipsa con su paso, formando así al azar: cualquier color. He de admitir que me encanta cuando sonríes, pero odio no ver el resto de tu preciosa cara cuando lo haces. Enamora mi visión cuando te encuentras totalmente desnuda, desde aquí, miro a tu habitación sumida en el negro repleto de lunares del mismo color que tu, ¡puedo incluso ver tus poros!, también tus cicatrices. Envidio al sol, pues solo él, cuando pasa por tu lado formando colores diferentes, puede ver la otra cara de tu desnudez.
No me gustan los eclipses, porque el mundo solo te observa a ti y a él con detenimiento cuando hacen el amor y no día tras día cuando al mundo dan su luz.
Dicen que te han follado desde la NASA enviando a alguien para hundirse entre tus tejidos. Diría que eres demasiado sexy como para hacer realidad la fantasía de al menos tocarte.
Ahora pequeña amiga, he de darte las gracias por despertar a las bestias y por crear en forma de humanos, semejantes a ti.
Elizabeth Guerra
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