Relato nº30 - Mi voz nocturna

Cuando mi voz nocturna descansa, se oye en números rotos y repetidos pero siempre improvisa, y no es la misma esta voz nocturna que la de ayer y supongo con miedo a equivocarme, que no será la de pasado, la del pasado y la del futuro, la del pasado de ayer y la del pasado mañana, tengo miedo de los que dicen, con voz de notario en la solapa “y sin miedo a equivocarme” dicen con acento aristócrata en la sala y mi voz nocturna se asusta…

Mi voz nocturna que es un rumor pequeño, se acuesta cansada y emprende de fuego la revolución por la mañana, y me susurra lúgubre del pobre poeta que cree que la agencia, sin haber aún tejido sus faldas, o su encaje, su pantalón, su encrucijada, su azul entrega…

Y como sabe risueña que la bien miran los piropea dores que la ostentan ahora, con pupilas que brillan, la besan y la miman, pero esa voz nocturna nunca descansa, se estira los pies de la lírica y al orgulloso amordazan…

Bailarina irrumpe de puntillas y risueña a quemar la iglesia, y al que sueña el negocio oscuro, al que define con academicista entrega la palabra, y ella sueña palabros distintos, o los holgazanes en pos de un verso de entalle, que no conocen la forma de la curva, o los que creen en el infinito, sin saber del delirio de su finito espacio…

Es testaferro pero con a, que la palabra de los academicistas no la dejan jugar, de los lugares no cartografiados y por eso sale en horas que aún el tiempo no habita, y no es de sueño mi voz nocturna, es solo cuestión de que se examina por dentro…

Se estira los pies a mirar los estantes, donde los gigantes colocan sus intrigas de nada, pero es la curiosidad lo que hace crecer a esta mi voz nocturna, da igual que cosa busque solo importa la búsqueda, dramatiza con pasiones de personajes nuevos, ironiza con los dramas de un vecindario proscrito, donde todo son plazas, avenidas, rotondas, calles…

Y se aburre en las ciudades hechas de plasticidad humana, habita más bien en lugares improbables, subterfugios de un “te juro” de saliva, de un “te quiero” sin ganas, de un “hasta nunca” quédate.
- Adolfo Ibáñez

Comentarios

Entradas populares