Saco de pulgas (Sección: "Lluvia de piedras")


Imagen tomada de flickr

               
Se arrodilló, unió sus manos y, mirando hacia arriba, dijo: «Señor, ayúdame. Sabes que siempre he tenido fe en ti y soy cumplidora de tus mandamientos. ¡Te necesito!, no puedo más…».
̶  Cristo, ¿qué haces?
̶  Nada, estaba entretenido. ̶  Dijo, arrojando aquella minúscula pulga que parecía muerta lejos de él.
̶  Ven. Compartamos la sangre de la vid. ̶  Invitó el otro indigente, con el brazo estirado para poner a su alcance el tetrabrik de vino barato.
La pulga, nada más tocar el suelo, saltó con renovadas fuerzas al cuerpo de Cristo.

Comentarios

Entradas populares