CAFÉ SUBURBIO. EL COLECCIONISTA DE DRAGONES. ADOLFO IBÁÑEZ-BATISTA

Hace dos días – fecha en la que se escribe- nos sobrecogía la noticia de la muerte de Carlos Ruiz Zafón, el escritor catalán nos dejaba un legado imperecedero que cautivo a millones de lectores esparcidos por todo el globo terraqueo, habida cuenta de estar considerado como el autor más leído después de Cervantes.

“No se puede entender la vida hasta que no se entiende la muerte” con esta frase quisimos recordar al autor en Suburbalia, con esta frase de tantas posibles interpretaciones, como sus propias novelas, por esto me parecía preciso recordar su obra, para acercarnos al autor que nos ocupa.

Ruiz Zafón nace el 25 de septiembre del año 1964 en la Ciudad Condal, hijo de una Ama de casa y de un exitoso agente de seguros, sus primeros años estudia en el colegio San Ignacio de Sarria de los Jesuitas, una vez finalizados estos estudios se termina decantando por estudiar ciencias de la Información. Comienza a trabajar como publicista pero decide emprender – para suerte de todos – su particular aventura en el panorama literario, en un principio se dirige al público juvenil y como el confesó en alguna entrevista era su manera de explorar el propio mundo literario, así pues se puede decir que los jovenes descubrian al autor a la vez que el autor descubría a sus lectores.

Es en el año 1993 cuando publica su primera novela “El príncipe de la Niebla” con el que gana el premio Edebé, con este dinero decide viajar a una ciudad que adora Los Angéles, ciudad que también le fascina por su confesada pasión por el cine, continua escribiendo novelas para el publico juvenil mientras las compagina escribiendo guiones para la gran pantalla. Un año después de su primera novela se pública “El palacio de la noche” y al año que le sucede “Las luces de septiembre” 1995, a finales de la década de los noventa, en su último año para ser exactos escribe la que será según nos contaba su obra más personal “Marina”

Transcurrirán dos años más para que el escritor dedique su primera novela al publico adulto con el que sería el famoso título “La sombra del viento” esta novela en un principio no iba a ser publicada puesto que no gano el premio para la cual fue concebida, sin embargo si fue finalista, parte de culpa de tener la fortuna de poder haber leído esta magnifica obra es de Terenci Moix que era parte del jurado en el premio Planeta, la insistencia del ya peso pesado en el mundillo Moix hace para regocijo de todos que Planeta reconsidere la opción de que la novela finalmente viera la luz, convirtiendose en una de las novelas más vendidas del mundo. Por esta obra Ruiz Zafón tuvo multitud de ofertas para llevar su trama al celuloide, pero pese a su gran admiración por el cine y las innumerables ofertas, siempre las rechazó de plano.

En el año 2008 publica “El juego del ángel” en el 2012 publico “Rosa de Fuego” una novela ambientada en la época de la inquisición española en el siglo XV, pasarían cuatro años cuando escribe “El Laberinto de los Espíritus”

Su obra mas de calidad que de cantidad, un autor que consiguió que sus obras se tradujeran en mas de 50 idiomas, un hombre que según los que le conocían era de trato amable pero muy reservado y tímido, un empedernido amante del cine, un efusivo amante de la música Jazz, siempre admitió que no se sentía acogido en el mundo cultural español, una máxima que parece mil veces repetida, el genio que coleccionaba figurillas de dragones de todas las formas, colores y tamaños después de haber publicado en más de 25 países y ser uno de los referentes literarios a nivel mundial, se despidió de todos a la temprana edad de 55 años, una frase que nos lego y sírvase como ejemplo y consejo a los que siguen poblando estos mundillos extraños de los palabros; “La literatura no es una carrera de caballos” por más que muchos se empeñen en querer probar – trillado asunto – que su tinta luce como un pura sangre.

Nos dejo un legado impresionante, conservemos su recuerdo ya es eterno, así se empeño con trabajo y esfuerzo que fuera, porque como el escribió “No se puede entender la vida hasta que no se conoce la muerte”

Descanse en paz Don Carlos Ruiz Zafón.

Adolfo Ibáñez-Batista