El corazón de este invierno - Contraverso
Crece
el fuego de las entrañas de la madera,
el
amanecer se difumina en llamaradas
y
de la humareda nace el futuro porvenir:
el
dios del tiempo consiguió hacer lo que antes no era,
concretó
el pensamiento, hizo algo de la nada.
Encontramos
un eje para girar, donde asir
nuestras
manos sudadas y sucias de la tierra,
una
promesa, el Edén, tierra prometida,
el
tañido de una campana de plata pura.
Garamantes
y númidas vigilan la sierra
donde
enterraremos el pasado ¡qué no pida
compasión!
Rompemos con las uñas la estructura
de
la realidad oculta en la selva tropical.
Aniquilada
la Victoria de Samotracia,
muertos
los dioses, muerta la ciencia y sus verdades,
renace
en nuestro corazón un arcaico animal,
un
fiero león, un cisne lleno de gracia,
con
todas las especies de todas las edades.
Muera
en las entrañas todo pesimismo, todo
ensimismamiento,
renazca la vieja Carthago;
que
se hable en pie de igualdad con el imperio eterno,
que
claudique ante el pensamiento el ojo omnímodo,
que
grises monzones del sur desborden lagos
y
que se deshiele el corazón en este invierno.
Comentarios
Publicar un comentario