Cielo (Sección "Lluvia de piedras")
Hace
tanto que tu alma es gris, que las lágrimas se te escapan para caer
en carrera rodando por las laderas de la gravedad… y yo soy solo un
testigo impotente, un observador insignificante, sin poder para
intervenir o para evitar, de alguna forma, mojarse. Admito que estoy
a tu merced, porque todo lo dominas y si consigo esconderme es solo
un instante y, al final, empapado, vuelvo a rendirme a ti. ¿Qué
daría por verte de nuevo sonreír?
“Here
comes the sun, turu
ruru”
Comentarios
Publicar un comentario