CONSCIENCIA ( y III ): CONCLUSIONES

"Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad." (Sartre)
El desencanto llega cuando el encanto, la ilusión, la espectativa llega a su fin. Aquí podríamos pensar que la verdad se llevó el encanto, viviendo la mentira ¡era todo tan bonito!
Sartre nos da el matiz de la confusión. La verdad suele ser agria, dura, cruel, lo que quieras y algo más. Estos adjetivos calificativos no definen la verdad; aquí expresamos cómo nos sienta la verdad, se nos disparan todas las emociones citadas más arriba cuando sabemos una verdad; porque la mentira era la protagonista de un "algo" que creíamos cierto. Si desglosamos la palabra, des-encanto, vemos que encanto significa embrujo, ensoñación, estado de perfección. Estar encantada con algo o alguien es un estado irreal, inventado y temporal. Por lo tanto el desencanto sería la cruel realidad.
La sutileza que nos matiza Sartre es que la verdad es no vivir engañado, saber la esencia de las cosas, con sus vivencias reales. Luego está la subjetividad de quien vive esta situación de desencanto que, en su libertad de elegir, prefiere la ensoñación.
El comienzo de cualquier cambio empieza con el respeto por uno mismo. Así sabremos respetar a los demás, a la naturaleza y a otras ideas. El pasado no debe instalarse en el presente; sirve para aprender de él, de los errores. Si la Historia se repite es porque la humanidad no aprendió de su propia historia. La vuelta a lo natural y a la libertad se impone con premura.
No es casualidad tanto caos sino causa-efecto, lo que nos debe llevar a recapacitar, a interiorizar, a cambiar. A tomar consciencia de que sin amor todo, absolutamente todo, se resquebraja.
* Reflexión consecuente en sus parámetros filosóficos, donde los argumentos tienen sus premisas y fundamentación demostrables.
- Lulú Hidalgo

Comentarios

Entradas populares