Relato nº20

Una mujer elegante se me acercó.

Te vestiste de elegancia para condenar mi mirada a tu cuerpo y mi olfato a la fragancia de tu pelo. Aun te recuerdo pidiendo "Gin tonic" y bebiendo de la copa con la elegancia de un pavo real. Que escurridizas fueron mis manos al tocar la piel reventada de una preciosa muñeca convertida en mujer, en todo su esplendor, en toda su elegancia, en todo su sexo, en todo su ser, añoro el tacto de tu piel.

- Elizabeth Guerra